A un mes de su partida...

Desde chicos nos enseñaron que el MAESTRO es aquel que nos enseña. Cuando mas grandes, se amplía el concepto y le endilgamos la maestría a quien ejecuta alguna acción de manera vistosa o grandilocuente, o bien utilizamos el término para referirnos a un desconocido para hacerle alguna pregunta. Pero nunca consideramos el valor intrínseco de la palabra.
Uno, a través de los años, va teniendo distintos maestros y hasta confundimos la terminología por un exceso de cariño hacia la persona; endiosamos a quien nos enseña, ya sea porque es mas grande, ya porque sabe mas o simplemente lo hacemos por una necesidad psicológica oculta de tomar un referente paternal que escuche los llamados y/o reclamos de nuestro inconsciente. En forma análoga, tomamos el término MAESTRO a quien nos educa desde la perspectiva paternal, y tomamos la acepción básicamente desde lo afectivo. Todos nos acordamos con cariño y nostalgia de nuestros primeros maestros, pero no nos acordamos específicamente de lo que nos enseñaron en ese momento.
Después queda la imagen de la “persona” del “ser humano”, un ser de mucha sabiduría, un ser paciente que enseña con el ejemplo y la virtud, un ser capaz de realizar hasta lo imposible con el uso del tiempo y las palabras, alguien en quien vemos “ejemplo”, alguien en quien quisiéramos transformarnos cuando lleguemos a viejos.
Es por eso, que específicamente, a UN MES de su partida quiero reflexionar sobre una persona: el Profesor JORGE GONZÁLES. Sus enseñanzas quedaron plasmadas en cada una de sus clases, en sus cursos, en sus alumnos, en otros profesores compañeros y quizás en nuestros hijos que escucharon hablar de el. Su dedicación, su disciplina que fue mas allá de lo físico, su cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable, que significan luceros en la noche, perlas inapreciables en este mar social. El Profesor Gonzáles nos dejó a todos sus exalumnos su vida y su ejemplo, sus sueños y sus realidades.
Por eso y un poco en nombre de todos sus antiguos alumnos quiero agradecer al PROFESOR, al AMIGO, por todo lo que nos dio y deseo que siempre lo recordemos, pues es la única manera de no morir definitivamente!.

01/03/2007 – 01/04/2007